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La Universidad Hispanoamericana de Santa María de La Rábida, creada por Decreto de dieciséis de diciembre de mil novecientos cuarenta y tres («Boletín Oficial del Estado» de dos de febrero de mil novecientos cuarenta y cuatro), vinculada a la Universidad de Sevilla y al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y cuyos órganos de gobierno se configuraron por el citado Decreto, por disposición de igual rango de treinta y uno de enero de mil novecientos cuarenta y siete («Boletín Oficial de! Estado» de seis de febrero), por Orden ministerial de doce de diciembre de mil novecientos cincuenta y ocho («Boletín Oficial del Estado» de quince de enero de mil novecientos cincuenta y nueve) y por Decreto tres mil doscientos sesenta y seis/mil novecientos setenta y cinco, de siete de noviembre («Boletín Oficial del Estado» de seis de febrero de mil novecientos setenta y seis), ha venido desempeñando un papel importante como Institución de estudios americanistas, de prestigiosa tradición en la Universidad Hispalense, orientados en particular hacia el estudio de la cultura e historia de los pueblos y las naciones de Hispanoamérica.

La necesidad, de una parte, de asentar en sólidas bases científicas los estudios, trabajos y cursos encaminados a intensificar las relaciones culturales y universitarias con dichas naciones y, de Otro lado, la conveniencia de lograr una utilización racional y eficaz durante todo el curso de las instalaciones actuales y futuras de la Universidad de Santa María de La Rábida, en relación con las actividades académicas ordinarias de la Universidad de Sevilla en Huelva, aconsejan la modificación de la normativa existente, concentrando en la Universidad Hispalense todas las funciones de dirección y gobierno de la Universidad de La Rábida y dotando, además, a esta última, del sólido apoyo que pueden proporcionarle las Facultades, Escuelas Técnicas Superiores y Escuelas Universitarias de la Universidad de Sevilla.

Todo ello redundará en beneficio tanto de la misión que tradicionalmente ha cumplido la Universidad Hispanoamericana de Santa María de La Rábida como, sobre todo, de la atención a las necesidades actuales dé la enseñanza universitaria en Huelva.

En su virtud, a propuesta del Ministro de Educación y Ciencia y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día veintinueve de septiembre de mil novecientos setenta y ocho,

DISPONGO:

Artículo 1.

Se suprimen el Rectorado, la Junta de Gobierno y el Patronato de la Universidad Hispanoamericana de Santa María de La Rábida.

Artículo 2.

Las prerrogativas y atribuciones del Rectorado de la Universidad de Santa María de La Rábida quedan vinculadas al Rectorado de la Universidad de Sevilla.

Artículo 3.

La Universidad Hispanoamericana de Santa María de La Rábida se regirá por un Consejo de Dirección, que será presidido por el Rector de la Universidad de Sevilla o autoridad académica en la que éste delegue, y del que formarán parte las autoridades y representaciones de Huelva miembros del Patronato que ahora se extingue.

Artículo 4.

Todas las instalaciones, edificios, bibliotecas, mobiliario y bienes de todo orden de la Universidad Hispanoamericana de Santa María de La Rábida se transfieren, a todos los efectos, a la Universidad de Sevilla, que podrá emplearlos en la forma que estime conveniente, tanto para los fines tradicionales de aquella Universidad como para el desarrollo de las actividades académicas normales de enseñanza superior en la provincia de Huelva.

Asimismo figurarán en el presupuesto de ingresos y gastos de la Universidad de Sevilla las oportunas consignaciones.

Artículo 5.

Quedan derogadas todas las disposiciones de igual o inferior rango que se opongan al contenido del presente Real Decreto, así como la Orden ministerial de veintiocho de noviembre de mil novecientos setenta y cinco («Boletín Oficial del Estado» de doce de diciembre), por la que se creó la Comisión de Instituciones Científicas Onubenses.

Artículo 6.

El Ministerio de Educación y Ciencia dictará las disposiciones necesarias para dar cumplimiento a lo establecido en el presente Real Decreto.

Dado en Madrid a veintinueve de septiembre de mil novecientos setenta y ocho.

JUAN CARLOS

El Ministro de Educación y Ciencia,

IÑIGO CAVERO LATAILLADE