Vista la propuesta formulada por el Servicio de Protección, esta
Dirección General, en virtud de lo dispuesto en la Ley Orgánica 4/1983, de
25 de febrero; Real Decreto 3019/1983, de 21 de septiembre; Decreto
122/1983, de 15 de diciembre, y de conformidad con lo establecido en
la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, y el
Real Decreto 64/1984, de 21 de enero, que modifica el Real Decreto
111/1986, de 10 de enero, que desarrolla parcialmente la Ley del Patrimonio
Histórico Español, acuerda:
1. o Tener por incoado expediente de declaración de bien de interés
cultural como sitio histórico a favor de las Salinas, en Poza de la Sal
( Burgos), según la descripción y delimitación que se publica como anexo
a la presente resolución, y que figura en el plano unido al expediente.
2. o Continuar la tramitación del expediente, de acuerdo con la
legislación vigente.
3. o Hacer saber al Ayuntamiento de Poza de la Sal (Burgos) que, según
lo dispuesto en el artículo 16 de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del
Patrimonio Histórico Español, todas las obras que haya que realizar en el sitio
histórico que se pretende declarar no podrán llevarse a cabo sin la
aprobación previa del proyecto correspondiente por la Comisión Territorial
de Patrimonio Cultural o, si es el caso, por la Dirección General.
4. o Que la presente Resolución se publique en el "Boletín Oficial de
Castilla y León" y en el "Boletín Oficial del Estado" y se notifique al Registro
General de Bienes de Interés Cultural para su anotación preventiva.
Valladolid, 21 de julio de 1999.-El Director general, Javier Toquero
Mateo.
ANEXO
Descripción
Las salinas de Poza de la Sal, que dan nombre a este municipio, se
encuentran situadas justo en el borde del Páramo de Masa, donde los
terrenos descienden bruscamente hacia la planicie Burebana, con un
inmenso cráter de 2,5 kilómetros de diámetro, que constituye uno de los
diapiros más perfectos que existen. Los bordes del falso cráter, de contorno
prácticamente circular, encierran dentro de sí la cuenca salinera y sus
paredes muestran la historia geológica del lugar desde la formación de
la sal que se corresponden a los períodos triásico, jurásico y cretácico.
El dato más antiguo sobre el poblamiento de esta zona nos lo aporta
el yacimiento "El Castellar" atribuido tradicionalmente a un Castro de
la Edad del Hierro, del que apenas quedan resto en superficie.
La romanización está atestiguada por los restos romanos conocidos,
entre los que destaca la colección de estelas-casa de tipo funerario. Algunos
investigadores han identificado la villa de Poza de la Sal con la antigua
"Salionca", ciudad romana de nueva fundación.
Según Abásolo, en Poza se cruzaban algunas calzadas romanas de
importancia secundaria que unían Amaya, Briviesca y Cantabria.
El inventario arqueológico de Burgos recoge los yacimientos
catalogados de:
"El Castellar": Castro prerromano.
"El Milagro": Ocupación de la II Edad del Hierro y época romana.
"Granja La Vieja": Necrópolis romana.
La primera referencia escrita sobre la villa corresponden al 1 de
diciembre de 965. Fue repoblada por Fernán González y a principios del siglo
XI es el centro de un pequeño alfoz. Hasta 1298 fue lugar de realengo,
siendo donada por Fernando IV a Juan Rodríguez Rojas. Durante toda
la Edad Media la villa de Poza se convierte en un gran centro de producción
y comercio de sal, vinculada a la familia Rojas.
A mediados del siglo XV se construye el castillo para defender las
salinas y su distribución, a la vez que se protege la villa con una muralla.
Con los Reyes Católicos la actividad salinera de Poza se ve favorecida
al fundar la Cabaña Real de Carreteros, para fomentar el transporte, a
la vez que se establecen privilegios de protección para esta actividad.
Posteriormente, Felipe II determinará que la comercialización de la
sal pertenezca exclusivamente al Estado, que compraba toda la sal
producida y monopolizaba la venta de sal en todo el país.
En el siglo XVII se construye el edificio de Administración de las Salinas,
y los grandes almacenes de sal se edifican a principios del siglo XIX,
dándose a mediados de este siglo la mayor producción.
A mediados del siglo XX la aplicación de sistemas de explotación
salinera más rentables, con introducción de nuevas técnicas, tiene como
consecuencia un desarrollo de salinas costeras, con la consiguiente decadencia
de los centros continentales, como Poza de la Sal.
La fabricación de la sal en las salinas de Poza está descrita en el estudio
realizado por don Eduardo Saiz Alonso de la siguiente manera:
"La halita o mineral salino era disuelto en agua dulce que se introducía
en el subsuelo, extrayéndose más tarde el agua salada. Este líquido se
almacenaba en grandes piscinas desde donde se llevaba, en pequeñas
porciones a los cristalizadores, y allí, expuesto al calor, sedimentaba la sal
en su fondo, mientras se evaporaba el agua.
La sal se recogía y se guardaba provisionalmente en el mismo lugar
de fabricación para llevarse, al final de temporada, a los almacenes."
Todo este largo y laborioso proceso, que ha centrado históricamente
la actividad de los pocenses, ha ido dejando su huella en el paisaje, a
través de distintos elementos estructurales elaborados por el hombre para
la elaboración de la sal, y que como partes integrantes se incluyen en
la presente declaración:
"Cañas": Pozos verticales que llegaban hasta el mineral, comunicando
la galería con el exterior.
"Galerías": Túnel excavado al nivel de la roca salina, por donde se
hacía transcurrir el agua dulce.
"Fuentes": El agua dulce se recogía de las fuentes (Fuente Cubo, Fuente
Villa, Fuente del Canto, Fuente la Nava, etc.) y se conducía con canales
de pino hasta las cañas.
"Pozos de reserva de agua": Construidos detrás de "El Castelar", en
época de máxima explotación de las salinas. Se localizan en el término
de Los Urnios y otro en el término de Pozo Cuende.
"Pozo": Gran recipiente excavado en el suelo donde se iba acumulando
durante todo el año la muera que elaboraban las cañas. Cada granja
disponía de uno o varios pozos.
"Era": Se llamaban eras o cristalizadores las cubedas donde se llevaba
a cabo la insolación de la muera, consiguiéndose la cristalización y
sedimentación de la sal mediante la evaporización del agua por el calor.
"Chozas": Estructura de soporte de la era que ofrecía un recinto cerrado
bajo aquéllas, que servía para contener la sal elaborada, hasta el momento
de llevarla a los almacenes.
"Chozones": Estructura de soporte de la era, de puntales y vigas de
madera, que permitía lograr un plano horizontal sobre un terreno en
pendiente.
"Almacenes": Edificios pagados por el Tesoro Público para guardar y
comercializar desde ellos la sal producida en las salinas de Poza.
Depósito: Situado en el extremo inferior del pueblo junto a la carretera
que sube hasta el Portillo.
Las almedreras: No conocemos su emplazamiento, sólo su destrucción
temprana y su ubicación en este valle.
Trascastro o trescastro: En la parte alta del salero.
La Magdalena: En la parte norte de la cuenca junto a la ermita del
mismo nombre.
"Albañales": Canal de desagüe, generalmente ancho, que recogía las
aguas torrenciales por encima de las granjas para conducirlas hasta La
Torca.
Delimitación de la zona afectada por la declaración
Arranca del denominado "Acueducto Romano" en dirección norte hasta
llegar a alcanzar en línea recta los 1.021 metros, según el plano que se
adjunta. Sigue en dirección NW por la línea de cumbre de Peña de San
Cristóbal, San Andrés, Altotero, hasta el encuentro de la carretera de
Cornudilla-Villadiego. Desde la carretera enlazaría con la curva de nivel 1.050
en dirección SE, hasta el cambio de dirección de ésta, continuando por
la línea divisoria de las aguas hasta la muralla almenada de Poza de la
Sal. Desde aquí por las traseras de la calle Larga, calle de Depósito, hasta
llegar al "Acueducto" del que partimos, siguiendo la delimitación marcada
en el plano 1977 del Ministerio de Cultura, que forma parte del expediente
de declaración de conjunto histórico-artístico de Poza de la Sal (Burgos).
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