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Documento BOE-A-2020-2836

Resolución de 20 de enero de 2020, de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes, por la que se incoa expediente de declaración de bien de interés cultural a favor de "La Danza y las Fiestas de San Blas", en Garbayuela (Badajoz), con carácter de bien inmaterial.

Publicado en:
«BOE» núm. 50, de 27 de febrero de 2020, páginas 18496 a 18500 (5 págs.)
Sección:
III. Otras disposiciones
Departamento:
Comunidad Autónoma de Extremadura
Referencia:
BOE-A-2020-2836

TEXTO ORIGINAL

El Estatuto de Autonomía de Extremadura, aprobado mediante Ley Orgánica 1/1983, de 25 de febrero, y modificado mediante Ley Orgánica 1/2011, de 28 de enero, la cual se publicó y entró en vigor con fecha 29 de enero de 2011, recoge como competencia exclusiva en su artículo 9.1.47 la «Cultura en cualquiera de sus manifestaciones», así como el «Patrimonio Histórico y Cultural de interés para la Comunidad Autónoma».

En desarrollo de esta competencia se dictó la Ley 2/1999, de 29 de marzo, de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura. El artículo 1.2 de la norma determina que «constituyen el Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura todos los bienes tanto materiales como intangibles que, por poseer un interés artístico, histórico, arquitectónico, arqueológico, paleontológico, etnológico, científico, técnico, documental y bibliográfico, sean merecedores de una protección y una defensa especiales. También forman parte del mismo los yacimientos y zonas arqueológicas, los sitios naturales, jardines y parques que tengan valor artístico, histórico o antropológico, los conjuntos urbanos y elementos de la arquitectura industrial así como la rural o popular y las formas de vida y su lenguaje que sean de interés para Extremadura».

De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 5.1 de la propia Ley, los bienes más relevantes del Patrimonio Histórico y Cultural extremeño deberán ser declarados de interés cultural en la forma que el propio artículo detalla.

Por su parte, el artículo 6.3 de la ley incluye entre los bienes que pueden ser declarados de interés cultural «las artes y tradiciones populares, los usos y costumbres de transmisión consuetudinaria en canciones, música, tradición oral, las peculiaridades lingüísticas y las manifestaciones de espontaneidad social extremeña».

También, la Ley 10/2015, de 26 de mayo, para la salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, en su artículo 2, indica que tendrán la consideración de bienes del patrimonio cultural inmaterial los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos, reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural, y, en particular, entre otros, en sus apartados c) los usos sociales, rituales y actos festivos; f) la gastronomía, elaboraciones culinarias y alimentación; h) las formas de socialización colectiva y organizaciones»; e i) las manifestaciones sonoras, música y danza tradicional.

Además, el artículo 4.2 de esta norma prevé que «los bienes muebles y espacios vinculados al desenvolvimiento de las manifestaciones culturales inmateriales podrán ser objeto de medidas de protección conforme a la legislación urbanística y de ordenación del territorio por parte de las Administraciones competentes».

Ha de significarse a tales efectos, que «La Danza y las Fiestas de San Blas» es un ritual muy interiorizado, complejo y amplio en Garbayuela, cuya importancia supera el ámbito local para ser un referente de la Siberia y de Extremadura en general. La incoación para su reconocimiento como bien de interés cultural es pertinente, no por la singularidad de este bien, sino por su carácter representativo y por su indudable adecuación al propio concepto de Patrimonio Cultural Inmaterial, planteado en la Convención para la Salvaguardia de este patrimonio de 2003 y más tarde refrendado en la Ley 10/2015, de 26 de mayo, para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. De hecho, el concepto de patrimonio cultural inmaterial, se concreta en estas normas en una serie de manifestaciones en las que se considera que desarrolla especialmente. En este sentido, «La Danza y las Fiestas de San Blas», con toda su complejidad es una excelente muestra de algunas de ellas como son los usos sociales, rituales y actos festivos; la gastronomía, elaboraciones culinarias y alimentación; las formas de socialización colectiva y organizaciones, o las manifestaciones sonoras, música y danza tradicional».

En definitiva, se trata de llevar a cabo el procedimiento de declaración de bien de interés cultural, que se regula en los artículos 7 y siguientes de la mencionada Ley 2/1999, de 29 de marzo, de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura.

La competencia para dictar Resolución corresponde a la Consejera de Cultura, Turismo y Deportes, a tenor de lo dispuesto en el artículo 7.1 de la Ley 2/1999, de 29 de marzo, de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura.

Vista la propuesta del Director General de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural, de 2 de diciembre de 2019, respecto a la incoación de expediente de bien de interés cultural a favor de «La Danza y las Fiestas de San Blas» en Garbayuela (Badajoz) y en el ejercicio de las materias atribuidas en materias de patrimonio cultural, histórico-arqueológico, monumental, artístico y científico de interés para la región, así como las facultades conferidas en el Decreto 87/2019, de 2 de agosto, por el que se establece la estructura orgánica de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes (DOE número 150, de 5 de agosto de 2019) y demás preceptos de general aplicación, resuelvo:

Primero.

Incoar expediente para la declaración de bien de interés cultural a favor de «La Danza y las Fiestas de San Blas» en Garbayuela (Badajoz), con carácter de bien inmaterial, de acuerdo con lo descrito en el anexo, para el reconocimiento y protección de este elemento del patrimonio cultural extremeño.

Segundo.

Continuar la tramitación del expediente, de acuerdo con la legislación vigente.

Tercero.

Remítase la presente resolución al «Diario Oficial de Extremadura» para su publicación y la apertura de un trámite de información pública por periodo de un mes.

Cuarto.

Notifíquese a los interesados, al Ayuntamiento de Garbayuela (Badajoz), procédase a su inscripción provisional en el Registro General de Bienes de Interés Cultural del Ministerio de Cultura y Deporte y publíquese en el «Boletín Oficial del Estado».

Quinto.

Este expediente se podrá consultar por cualquier persona durante el periodo de información pública en las dependencias de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural (avenida Valhondo, s/n, módulo 4, planta 2.ª, 06800 Mérida, Badajoz).

Mérida, 20 de enero de 2020.–La Consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Nuria Flores Redondo.

ANEXO
Identificación, justificación y descripción de «La Danza y las Fiestas de San Blas» de la localidad de Garbayuela (Badajoz)

Datos de identificación del bien:

Denominación: «La Danza y las Fiestas de San Blas».

Localidad: Garbayuela (Badajoz).

Orígenes, desarrollo y continuidad

Desde el punto de vista etnográfico, tenemos un ritual festivo para cuya descripción es obligado apelar al magisterio de Juan Rodríguez Pastor, quien explica que la Fiesta de San Blas es la que mejor identifica a esta localidad pacense, y eso a pesar de ser San Pedro el patrón de Garbayuela.

En relación a los orígenes cabe señalar que los garbayuelos definen e interiorizan la Danza de San Blas como una tradición milenaria, o como lo plantea Luis Agenjo: «Es algo tan antiguo como Garbayuela misma, que se ha ido trasmitiendo de forma oral de generación en generación y perdura actualmente entre nosotros, viva, con fuerza, formando parte de nuestra idiosincrasia y reverdeciéndose cada año, como si fuera la primera vez que la oímos, que la vemos, que la danzamos».

La fiesta se desarrolla durante el 2 y 3 de febrero, en el primer día se celebra La Candelaria, en el segundo el día de San Blas propiamente dicho.

El día de la Candelaria se inicia a las seis de la mañana con otra tradición de especial significado para los garbayuelos, la salida de los auroros. A las doce de la mañana tiene lugar una misa extremeña tras la cual, procesiona la Virgen de la Candelaria que va a estar acompañada por diez o doce parejas de niños y niñas que bailan la Danza de San Blas.

La danza es organizada por un personaje especialmente importante en el contexto que nos ocupa, don Luis Agenjo Rivas, hoy maestro jubilado, y que durante mucho tiempo fuera director del colegio en el que se ocupó y preocupó de enseñar la danza y mantener vivas las tradiciones locales, una labor que no abandona con la jubilación, toda vez que sigue yendo a la escuela para enseñar a los más jóvenes a danzar, contribuyendo, como todos reconocen, de una forma decisiva a mantener vivo San Blas con todo su significado local.

Cuando termina la misa, en el interior del templo, los danzaores infantiles ejecutan la Danza de San Blas. Con ello concluyen los actos de la Candelaria.

Tras los actos religiosos, los pequeños danzan ahora en la plaza. Como señala Rodríguez Pastor, en la misa de la Candelaria no suele haber gente joven porque ellos, desde primera hora de la mañana, se van al campo, acompañando a los quintos, en un contexto festivo en el que van a recoger la encina seca más gorda que hayan localizado y desramado en días anteriores. Es el «Leño de los Quintos», un tronco de encina, sin ramas, que los quintos y todos los jóvenes sin distinción de género, traen por la tarde hasta la plaza de Garbayuela, colocándolo en un sitio ya asignado. Allí lo encienden, con todo el pueblo reunido.

El día grande es el 3 de febrero, San Blas, santo protector frente a las enfermedades de la garganta.

En el pasado existía un mayordomo que se encargaba de organizar la fiesta y reunir a los danzaores. En la actualidad, en ausencia de esta figura, existe un Consejo Pastoral que estas funciones.

La fiesta gira en torno a la danza, pero junto a ella está la procesión por la calles del pueblo, la misa, la subasta de las andas…

El punto de encuentro de los danzaores antes de la misa es la plaza, alrededor de la lumbre. Si algún danzaor no tiene pareja, no danza. Llegado el momento, se ordenan las filas. Al frente de cada una de ellas, se colocan «los dos de cabeza», que suelen ser los dos «danzaores más echados palante». Desde allí empiezan a danzar y van a recoger a las autoridades y, luego, al cura (antes también recogían al mayordomo), para acompañarlos y traerlos a la iglesia.

La procesión se inicia y acaba en el templo, una vez que se ha recogido la imagen del santo y tras un recorrido que dura alrededor de una hora.

Un momento especialmente interesante se produce antes de entrar en la iglesia, cuando se subastan lo cuatro brazos de las andas para entrar a San Blas. Una vez en el interior, se realiza una nueva subasta, esta vez para coger la imagen del palio y colocarla en la hornacina del Retablo Mayor. Es el momento de «subir el santo a su trono». La puja parece estar relacionada con gente que hace alguna promesa a manda.

Tras los actos religiosos, en la misma puerta de la Iglesia, se regalan a todos los asistentes dulces y sangría o limonada. Los dulces también se pueden comprar. Estos dulces son ofrendados voluntariamente por los vecinos. Casi todos colaboran pero, la mitad de los dulces los elabora también el Consejo Pastoral.

Los dulces más abundantes son los «Canutos de San Blas» aunque también se reparten rosquillas y otros dulces que aportan los vecinos, como mantecados, flores, empanadillas...

La Danza en las Fiestas

La Danza de San Blas, como plantea Juan Rodríguez Pastor, es una de las cuatro danzas tradicionales que se conservan en la comarca de la Siberia extremeña, junto con la de Peloche, la de Villarta de los Montes y la de Helechosa de los Montes. Durante unas décadas, en la segunda mitad del siglo XX, fue la única danza de palos o paloteo en la Baja Extremadura, hasta que, en el año 1992, se recuperó la de Villarta de los Montes.

En la escasa bibliografía sobre la danza se cita como «danza de paloteo», «danza de palillos», «de palos»; pero, en Garbayuela, únicamente la denominan como Danza de San Blas, que es hoy, sin duda, el símbolo, la insignia, no solo de la Fiesta de San Blas, sino de Garbayuela.

El número de «danzaores» es variable; bailan todos los mozos que quieren, eso sí, en número par. Suelen reunirse en unas quince o veinte parejas. Al frente van los dos «danzaores de cabeza». Nadie los elige; suelen ser los más dispuestos a ello.

En origen es una danza reservada a los hombres, sin embargo, gracias a la labor del ya citado Luis Agenjo las mujeres, de una cierta edad, saben bailar, otra cosa es que solo una lo haga desde 1995.

En lo que se refiere al vestuario de los danzaores, es hoy muy uniforme y sencillo, estando compuesto por camisa blanca, lazo generalmente rojo al cuello, pantalón negro largo, zapatos negros y faja roja en la cintura. También forman parte de ese atuendo los dos palillos de azuche (acebuche), rectos, ya secos, bien curados, a ser posible con nudos, para darle mayor fortaleza y resonancia.

Los «danzaores» comienzan a danzar en la plaza, mientras van a recoger a la corporación municipal y al cura para acompañarlos hasta la iglesia. Luego, cuando llegan a la iglesia, los «danzaores» hacen dos filas a los lados del pasillo central de la iglesia; por el medio, pasan los sacerdotes y el alcalde. 

Dentro de la iglesia, recogen al santo y, según danzan en el pasillo de la iglesia, las parejas de «danzaores», más alejadas de la puerta, empiezan a salir, pasando bajo el arco formado por los «palillos» de las demás parejas. Detrás de los «danzaores» salen el estandarte y la imagen del santo.

En la puerta de la iglesia se inicia la procesión. Los «danzaores» la acompañan, delante de la imagen del santo, en doble fila, trenzando los pasos de la danza, haciendo continuos cruces y giros, y entrechocando los palos, al son de la música.

La música fue de flauta y tamboril, pero actualmente se compone de guitarras, acordeón y saxofón. Son los «tocaores». Por lo demás la Danza de San Blas nunca ha tenido letra, sólo música, una música muy sencilla y repetitiva que fue publicada por Bonifacio Gil, en su Cancionero popular de Extremadura.

Interpretación y relevancia

La Danza y Fiestas de San Blas constituyen una parte fundamental del patrimonio de Garbayuela pues su celebración anual es un momento de encuentro y actualización de una identidad compartida y celebrada anualmente en estas fechas. No es casualidad que quienes emigraron una vez se sigan sintiendo garbayuelos, y que, precisamente, su presencia en estos días en Garbayuela ratifique simbólicamente una identidad compartida y recreada anualmente en torno a la danza y las fiestas de San Blas.

En el estado actual de las fiestas, con su indiscutible vitalidad, hay reconocer lo denodados esfuerzos de Luis Agenjo Rivas para transmitir a los más pequeños el amor a esta danza, a estas fiestas, lo que insistimos no es sino una forma culturalmente pautada de trasmitir a amor a la propia localidad. No cabe duda que la labor realizada ha garantizado la continuidad generacional en la que por otra parte se ha implicado toda la comunidad.

De acuerdo a lo planteado podemos hablar de un ritual muy interiorizado, complejo y amplio en Garbayuela, cuya importancia supera el ámbito local para ser un referente de la Siberia y de Extremadura en general.

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