Considerando que el 30 de julio de 2002 la Comisión de Gobierno
para Asuntos Culturales y Educativos declaró La Farinera de Cervera bien
cultural de interés nacional, en la categoría de monumento histórico ;
De acuerdo con lo que establece el artículo 12 de la Ley 9/1993, de 30
de septiembre, del Patrimonio Cultural Catalán, resuelvo:
Que se publique íntegramente en el "Diario Oficial de la Generalidad
de Cataluña" el Acuerdo de la Comisión de Gobierno para Asuntos
Culturales y Educativos de 30 de julio de 2002, de declaración de bien cultural
de interés nacional, en la categoría de monumento histórico, a favor de
La Farinera de Cervera.
Barcelona, 14 de agosto de 2002.-El Consejero, Jordi Vilajoana i Rovira.
Acuerdo de 30 de julio de 2002, de la Comisión de Gobierno para Asuntos
Culturales y Educativos, de declaración de bien cultural de interés
nacional, en la categoría de monumento histórico, a favor de la Farinera
de Cervera
Por la Resolución de 7 de febrero de 2002 se incoó expediente de
declaración de bien cultural de interés nacional a favor del edificio La
Farinera de Cervera.
Se han cumplido todos los trámites preceptivos en la instrucción de
este expediente, de acuerdo con lo que establece los artículos 8 y siguientes
de la Ley 9/1993, de 30 de septiembre, del Patrimonio Cultural Catalán.
Vistos los informes favorables del Consejo Asesor del Patrimonio
Cultural Catalán y del Institut d'Estudis Catalans,
Visto que se ha presentado una alegación favorable y ninguna en contra
sobre el citado expediente ;
A propuesta del Consejero de Cultura, de acuerdo con el artículo 5.2
del Decreto 26/2002, de 5 de febrero, la Comisión de Gobierno para Asuntos
Culturales y Educativos acuerda:
Declarar bien cultural de interés nacional, en la categoría de
monumento histórico, del edificio La Farinera de Cervera (Segarra), según la
descripción y ubicación que constan en el anexo y en el plano que se
publica junto con este Acuerdo.
ANEXO
Descripción y ubicación
La Farinera de Cervera está situada en las afueras de esta población,
al pie de la vía del tren. Fue construida por el Arquitecto Cèsar Martinell
i Brunet entre 1920 y 1922 por encargo del antiguo Sindicat Agrícol de
Cervera i sa comarca. El conjunto de La Farinera no está formado sólo
por la fábrica, propiamente dicha, sino que supuso también la construcción
de un local social, almacenes auxiliares de cereales, una panificadora y
la urbanización de dos calles.
La Farinera es un edificio formado por tres cuerpos o volúmenes en
forma de U y que se adapta a la forma irregular de la parcela organizando
un patio trapezoidal.
El cuerpo norte o almacén de trigo está formado por una planta
subterránea y doce silos. A este volumen se le añade en el este un volumen
de dos plantas y en poniente otro volumen con el gran cuerpo de escalera
coronado por la torre del agua cubierta por una cúpula como símbolo
de la fábrica. Esta torre, conocida con el nombre de la Torre del Trabajo,
es uno de los elementos de la trilogía de las Torres de Cervera y se establece
un diálogo con la Torre de la Fe o campanario de la Iglesia y la Torre
de la Ciencia o torres de la Universidad.
En cuanto a las fachadas del edificio principal, destaca el uso de arcos
parabólicos para definir en el exterior la posición de los espacios ocupados
por los silos y el uso constante de la composición en tres niveles de las
fachadas, utilizando diferentes materiales y texturas, tal como ya había
hecho Martinell en las bodegas cooperativas.
La Farinera tiene una unidad estilística que, junto con la organización
de los espacios que responde a la división del trabajo (estiba, manipulación
y almacenes) y con la utilización de recursos estructurales, estéticos y
volumétricos, enlaza este importante patrimonio industrial con los
antecedentes arquitectónicos y culturales de Cervera, y lo convierten en punto
de referencia paisajístico de toda la comarca.
En el edificio de La Farinera de Cervera y en las construcciones
agrarias de este período destacan, además de los valores arquitectónicos, el
hecho de que representan la manifestación arquitectónica visible de lo
que fue el cooperativismo agrario en Cataluña desde finales del siglo XIX,
un movimiento que se extendió por las comarcas agrícolas de La Conca
de Barberà, El Priorat, L'Alt Camp, El Baix Camp y La Segarra, y que
socialmente quedó interrumpido por la Guerra Civil, dejando, no obstante,
una notable implantación cultural y arquitectónica.
SIGUE PLANO (Ver imagen página 36288)
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