El problema de la violencia contra las mujeres ha adquirido unas
dimensiones tan ingentes en nuestros días que ha pasado de ser considerado
como un problema del ámbito privado a pertenecer más bien a la esfera
de lo público, hasta el punto de poder catalogarse como un ataque a la
democracia misma. En consecuencia, es necesario combatirlo utilizando
los resortes públicos, con el fin de atajar el problema desde la raíz, para
lo que habría que incidir en los aspectos más profundos que condicionan
el comportamiento del ser humano, en las convicciones más hondas, a
partir de las cuales se generan los valores y las actitudes. Es preciso llevar
a cabo campañas que pretendan sensibilizar a las personas de que la
violencia contra las mujeres supone una vulneración de toda regla de los
derechos humanos más elementales, ya que afecta, de manera muy directa,
a la propia vida de las mujeres.
El Instituto de la Mujer, organismo autónomo adscrito al Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales, y creado por la Ley 16/1983, de 24 de
octubre, tiene entre sus funciones más fundamentales la de promover y
fomentar las condiciones que posibiliten la igualdad entre hombres y
mujeres, para lo cual ha de impulsar medidas que contribuyan a prevenir y
eliminar toda situación discriminatoria que pudiera tener lugar en
cualquiera de los ámbitos en los que se desarrolla la vida de mujeres y hombres:
Familiar, educativo, laboral, político, económico, cultural, social, etc.
Como ya se puso de manifiesto en 1980, en el marco de Naciones
Unidas, la violencia contra las mujeres en el entorno familiar es el crimen
encubierto más frecuente en el mundo. En nuestro país, el número de
denuncias por malos tratos va siguiendo un aumento progresivo de año
en año, por lo que los poderes públicos han de ponerse muy activamente
y de manera decidida a luchar contra esta lacra, que parece un vestigio
de etapas muy primitivas de nuestra evolución, pero que, sin embargo,
es un grave y real problema de nuestros días.
En este sentido, el Consejo de Ministros del día 30 de abril de 1998
aprobó el Plan de Acción contra la Violencia Doméstica con el fin de:
Erradicar los actos de violencia contra las mujeres, en el ámbito
doméstico.
Ayudar a paliar las consecuencias ocasionales en las mujeres víctimas
por esos actos de violencia.
Dentro del área de sensibilización y prevención -una de las seis áreas
en las que se articula el Plan-, se incluye una actuación, consistente en:
Declarar el 25 de noviembre como día para combatir la violencia contra
las mujeres.
En su virtud, a propuesta del Instituto de la Mujer y previo informe
del Servicio Jurídico del Estado en el Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales, dispongo:
Artículo único.
Declarar el 25 de noviembre como día para combatir la violencia contra
las mujeres.
Disposición final.
La presente disposición entrará en vigor al día siguiente de su
publicación en el "Boletín Oficial del Estado".
Madrid, 17 de mayo de 1999.
PIMENTEL SILES
Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado
Avda. de Manoteras, 54 - 28050 Madrid